¿Te gustan los juegos de cocinar como el de “Cocina con Sara”? Entonces Cooking Fever te gustará. En esta aventura, con contenido básico gratis y micropagos opcionales, te encargarás de servir a los clientes de un restaurante de comida rápida (hamburguesas, pizzas, tacos, pasteles…). El contenido es para todos los públicos (pueden jugar niños, mayores…) y los textos se encuentran traducidos al español.
Elige tu destino en la cocina
En Cooking Fever debes “sobrevivir” a rondas de clientes que te pedirán todo tipo de comida rápida: hamburguesas, refrescos, perritos calientes… Como dependiente, te tocará seguir los pasos adecuados para preparar cada comida y pedido. Por ejemplo, para cocinar una hamburguesa debes colocar el pan en el plato, la carne en la sartén, sacarla cuando ya esté lista (¡tarda demasiado y se te quemará y la tendrás que tirar) y ponerla en el pan.
El ritmo y tus dotes de micro-gestión serán claves para triunfar en Cooking Fever, sobre todo cuando dejes atrás los niveles-tutorial y empieces a verte asediado/a por muchos clientes a la vez. Tarda demasiado y los clientes se irán enfadados… y sin pagarte. Actúa con premura y estarán tan contentos que te dejarán propina.
Hasta aquí Cooking Fever parece tu típico juego de cocina. ¿En qué se diferencia? En dos elementos: la progresión y la gestión de los locales.
Al acabar una ronda o nivel de Cooking Fever, puedes invertir tu dinero en mejorar tus herramientas de cocina. Mejora tu sartén y la carne se hará más rápido. Compra más tuppers y podrás guardar más comida, ayudándote en tus previsiones. Tú eliges qué quieres mejorar, rompiendo con una de las maldiciones de este tipo de juegos: la progresión lineal.
Cuando hayas superado unas pocas rondas, el juego te permitirá invertir tu dinero en mejorar el aspecto de tu local. Este componente es más estratégico de lo que parece: entretén a tus clientes con una tele de mejor calidad y se quedarán más rato. De nuevo, este elemento ayuda a sentirte que estás controlando directamente Cooking Fever, ¡y no al revés!
Ármate de paciencia
Cooking Fever no es un juego 100% “de gratis”, damas y caballeros. El título incluye micropagos opcionales que te permite mejorar tu equipo rápidamente o acelerar ciertos progresos. Puedes pasarte Cooking Fever sin pagar, pero muchas veces deberás repetir los niveles una y otra vez para conseguir dinero de cara a mejorar tu equipo. Deberás armarte de paciencia.
Cooking Fever se controla de maravilla, algo que he agradecido en los momentos más estresantes. No hay nada que odie más en estos juegos que cuando pierdo tiempo porque el título no reconoce que le quiero pasar el pedido a mi cliente, por poner un ejemplo.
A nivel estético, Cooking Fever es agradable e incluso “cuco” sin tener detalles recargados que ralenticen la acción en dispositivos desfasados. Cada elemento interactuable ha sido diseñado de forma que te sea fácil reconocerlo cuando te encuentres en plena frenesí cocinera, y eso es lo importante.
Muy recomendable
Cooking Fever nos ha sorprendido para bien. Esperábamos un juego de cocina más y nos hemos encontrado con un título que reconoce que se encuentra en un género estancado y que necesita alguna que otra revolución. Al contrario que en otros juegos similares, en Cooking Fever tienes el control sobre tu estrategia y cómo quieres progresar. Jamás pensábamos que hablaríamos de estrategia en un juego de cocinitas pero mira, seguro que tú tampoco esperabas leer una recomendación así.
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